Entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico terminan cada año en los océanos
Cada año, entre cinco y trece millones de toneladas de basuras de plástico terminan en los océanos de todo el mundo. Un nuevo estudio advierte que esta cantidad podría multiplicarse por diez en la próxima década si la comunidad internacional no mejora su gestión de desechos.
Acercarse a cualquier playa y ver bolsas flotando en la orilla, botellas vacías, envases de comida o desperdicios plásticos escatológicos es habitual en las costas. Muchas investigaciones han abordado este problema en los últimos años; sin embargo, hasta ahora se desconocía la cantidad de plástico que terminaba en los mares cada año.
Un grupo de investigadores liderado por la Universidad de Georgia (EE UU) ha evaluado los residuos de este tipo que vertieron al mar 192 países costeros de todo el mundo durante 2010.
"Estudiamos la cantidad de plástico que entra en el océano, en contraste con investigaciones anteriores, que se basaron en observaciones oceánicas para saber lo que ya está flotando en el océano. Esto es equivalente a medir el agua que sale del grifo, en lugar de la que ya está en la bañera", declara a Sinc Kara Lavender Law, de la Asociación de Educación del Mar (SEA) y coautora del trabajo.
Sus cálculos estiman que durante el año 2010, los desperdicios plásticos de estos países costeros ascendieron a 275 millones de toneladas. De ellas, acabaron en el mar entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico procedentes de las personas que viven a 50 kilómetros de la costa.
Para dar una idea de lo que esto supone, “ocho millones de toneladas es el equivalente a encontrar cinco bolsas de supermercado llenas de plástico cada 30 centímetros de costa en los 192 países examinados", subraya Jenna Jambeck, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Georgia.
Si los países costeros de la UE que se incluyen en la investigación se tomaran como uno solo, ocuparían la posición 18 en el ranking de regiones que más residuos generan en términos de cantidad.
"Al igual que los EE UU, Europa tiene una robusta infraestructura de gestión para la captura y manejo de residuos sólidos, pero, dadas las tasas de generación por persona y el tamaño de la población costera, en estos lugares entra una gran cantidad de plástico en el océano", afirma Law.
Para saber la cantidad de plástico que llega al mar “partimos de un gran modelo de todas las fuentes de desechos marinos", explica Roland Geyer, otro de los coautores del estudio en la Universidad de California, que colaboró con Jambeck para hacer las estimaciones.
“Hasta ahora, se evaluaba la cantidad de contaminación por plástico en el océano con barcos alejados de la costa, remolcando una red de plancton y contando cada pieza individual de plástico recogida. Una tarea muy tediosa y costosa”, apunta Law.
Los científicos comenzaron observando todos los residuos que entran en el océano desde tierra, mar y otras vías. Su objetivo era desarrollar modelos para cada una de estas fuentes. Después reunieron las estimaciones aproximadas y "con bastante rapidez surgió que los desechos mal gestionados y los desperdicios sólidos dispersos eran los que más contribuían”, añade. A partir de ahí, se centraron en los plásticos.
[ Fuente: Lindsay Robinson, Universidad de Georgia; vía agenciasinc.es ]
Veinte países acaparan el vertido plástico
Entre las fuentes de vertidos hay 20 países –entre ellos, China y EE UU– que son los que contribuyen en mayor medida a convertir los océanos en un basurero de plásticos.
“El tamaño de la población del país, junto a la calidad de los sistemas que emplean para administrar desperdicios, determina en gran medida la cantidad de desechos que dicha región genera con el potencial de llegar a los océanos”, aseguran los autores.
La primera vez que los científicos informaron sobre la contaminación por plástico en los océanos fue a principios de 1970. En los 40 años posteriores no ha habido estimaciones rigurosas sobre la cantidad y el origen de los plásticos que se han hecho un hueco en el medio marino.
A esto hay que sumarle que la gestión de residuos no comenzó a desarrollar sus infraestructuras hasta mediados de los 70. Anteriormente, la basura era abandonada en vertederos no estructurados.
"Es increíble lo lejos que hemos llegado en ingeniería ambiental, avanzando en sistemas de reciclaje y gestión de residuos para proteger la salud humana y el medio ambiente en un período relativamente corto de tiempo", subraya Kara. "Sin embargo –añade– estas protecciones, lamentablemente, no están disponibles por igual en todo el mundo".
¿Cómo calcular la suma total?
Pero saber cuánto plástico acaba en el océano es solo una parte del rompecabezas. A las millones de toneladas que entran cada año hay que sumarles las que investigadores de todo el mundo estiman que flotan ya en la superficie del océano –entre 6.350 y 245.000 toneladas–.
"Este trabajo nos da una idea de lo mucho que nos falta por estudiar. Hay una gran cantidad de plástico que se asienta en el fondo del océano y en las playas de todo el mundo. En este momento estamos midiendo principalmente el que flota y solo en unos pocos lugares", dice Law.
Jambeck prevé que la entrada acumulada de residuos plásticos de los océanos alcanzará los 155 millones de toneladas en 2025. No se prevé llegar al ‘pico de residuos’ global antes de 2100, según los cálculos del Banco Mundial.
Según Law, "la necesidad más apremiante es capturar los residuos de plástico para evitar que penetren en el medioambiente. Esto significa invertir en infraestructuras, especialmente en los países con economías en rápido desarrollo. En los países con altos ingresos, donde las tasas de generación de residuos por habitante son muy altos, también tenemos la responsabilidad de reducir la cantidad que producimos".
"Estamos siendo inundados por nuestros residuos. Pero nuestro estudio nos permite examinar también las estrategias de mitigación, como la mejora de la gestión global de los residuos sólidos y la reducción de plástico en el flujo de desechos. Las soluciones potenciales tendrán que coordinar los esfuerzos locales y globales”, concluye.
El equipo científico cree que una de las medidas que deben tomar las naciones radica en adoptar mejores estrategias administrativas, a fin de evitar que los plásticos desborden todos los pronósticos en los próximos años.
Referencia bibliográfica:
Jenna R. Jambeck, Roland Geyer, Chris Wilcox, Theodore R. Siegler, Miriam Perryman, Anthony Andrady, Ramani Narayan,6 Kara Lavender Law “Plastic waste inputs from land into the ocean” Science 347 (6223): 769 – 771, 12 de febrero de 2014.
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